Pulseaudio Sucks!

Either that, or Ubuntu hasn't implemented it well either on Karmic or Lucid. Many people complain all over the Web about problems like the ones I've experienced:

• Skips, skips, skips. Launch an apllication, skip; open a new page on the browser, skip; switch worskpaces, skip; do almost anything but stay still, skip.
• Moving the balance control changed the volume, and made the balance jump to wherever it wanted.
• The audio options in Skype were all Pulse Audio Server, which had me jump through hoops every time I wanted to set up an audio conference using my headset.
• Volume and equalizer settings got lost after logout.
• The equalizer worked or didn't at its own discresion.
• Etc.

The almost unanimous advice about how to solve to the above problems according to the Web is to get rid of Pulseaudio and make ALSA and ESound take over, so that's what I did... not without problems, because Ubuntu has been embedding Pulseaudio into the desktop the hard way:

• The volume control on the toolbar disappears, and System/Preferences/Sound stops working. To work around that I installed the GNome Alsa Mixer, and docked it to the toolbar. I haven't been able (haven't known how) to make the GNome Volume Control work again.
• No more equalizer. To fix that I ditched the Rhythmbox Music Player that Ubuntu installs, and started using Banshee instead. That not only gave me an equalizer, but also inter-song gain control, and randomization that works, all with an interface very similar to that of Rhythmbox, and with all the goodies.
• The sound is great.
• Skype keeps the correct settings for teleconferencing between sessions.

I'm running the first beta of the Lucid Lynx now, but the issues were the same with Karmic. The feeling I get after having had to work hard to get my audio the way I wanted it is that having distributions couple to one specific option when there are many is very much agains the freedom to choose that has always characterized Linux.

Contra la inamovilidad y en favor del empleo

Todo empresario, o quien por la razón que sea debe tener empleados, sabe lo que la "inamovilidad laboral" produce: un deterioro de la moral y la motivación individual y colectiva en la medida que los emprendedores y responsables hacen el trabajo de los holgazanes e irresponsables. Es un efecto nocivo sobre los emprendimientos individuales y sobre la sociedad.

Pero Cómo mantener el nivel de empleo y evitar los abusos que se producen los sistemas de mercado con Davids y Goliaths?

Esta mañana obtuve la respuesta de un programa en la radio por parte de Alberto Cademus, empresario, y presidente de la Federación Venezolana de Porcicultura.

Él está dispuesto a garantizar el mismo número de puestos de trabajo, con los mismos cargos, y las mismas remuneraciones, siempre y cuando le permitan, cuando sea conveniente, cambiar a las personas en los cargos, incluso cesando a algunos de vez en cuando.

En contraste, la única manera de salir de una persona irresponsable y rompe-grupo en la actualidad es seguirle pagando su salario para que se quede en su casa, y abrir una nueva plaza.

Como Cademus también dijo, todo es cuestión de sentarse a conversar para encontrar soluciones inteligentes.

Camino al 4,30

Hoy el BCV hizo una segunda oferta de bonos por US$50 millones. Los bonos no pagan intereses, son vendidos con un 16,25% de sobreprecio, (Bs.4,30*116,25% más comisiones da Bs.5,10/US$), y maduran a los noventa días.

Hoy el cambio paralelo cerró en Bs.5,42/US$ en la oferta (bid), un descenso de más de 12% en la semana.

En la medida en que el precio del dólar paralelo se acerque al del dolar "petrolero", el BCV, a través de CADIVI, podrá otorgar los dólares que las empresas registradas requieran sin repararar en que puedan ser utilizados luego para especular en el mercado de papeles.

Un efecto adicional es que la persistente indexación de precios en bolívares contra el precio del dólar paralelo podría llevar a que los precios en bolívares de muchos rubros importados se mantengan estables o incluso desciendan.

Es una política cambiaria adecuada, aunque tardía.